1840: en Kanagawa, la gran bahía de Tokio, el maestro Hokusai decidió abrir una escuela de pintura para compartir su arte con sus discípulos.
Tú eres uno de esos discípulos, y lo que más deseas es demostrarte a ti mismo que eres digno del excéntrico y venerable artista. Sigue sus enseñanzas para ampliar tu estudio y pintar tus motivos preferidos (árboles, animales, personajes, edificios), al tiempo que prestas atención a los cambios estacionales para conseguir la más armoniosa de las estampas... ¡la obra maestra de tu vida!